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9 de junio de 2014

¿Qué es una ampliación de capital?

Una ampliación de capital social es en definitiva una operación financiera encaminada a incrementar los recursos propios de una sociedad con objeto de poder financiar nuevas inversiones, es decir, incrementar su capital social.

En cualquier ampliación de capital, el antiguo accionista tiene un derecho de suscripción preferente en la parte que le corresponda y al precio que la sociedad señale, es decir que va a poder seguir participando en el capital social nuevo en la misma proporción que lo hacía en el capital social antiguo, no obstante tener derecho de suscripción preferente no significa que tenga obligación de ejercerlo.


Las ampliaciones de capital se pueden realizar principalmente de dos formas:

  • Mediante la emisión de acciones nuevas los antiguos accionistas y el público en general pueden acudir a la ampliación. Los accionistas antiguos tienen un derecho preferente de suscripción para la adquisición de acciones nuevas, con el fin de mantener su porcentaje en el capital social de la empresa, o bien, pueden vender sus derechos; mientras que los terceros interesados en la ampliación de capital deberán adquirir previamente los derechos de suscripción que le permitan suscribir las nuevas acciones.
  • En una ampliación de capital mediante el incremento del valor nominal de las acciones ya existentes se realiza el canje de las acciones antiguas por otras de mayor valor nominal, o bien, se indica el nuevo valor nominal mediante el estampillado en las acciones.
Las ampliaciones de capital pueden realizarse mediante la compensación de créditos de los acreedores; mediante el cargo a reservas o beneficios; mediante la conversión de obligaciones en acciones, mediante la emisión de nuevas acciones con aportaciones dinerarias, o mediante una combinación de estos procedimientos:
1. La compensación de créditos de acreedores implica que los acreedores pueden cambiar o canjear sus créditos contra la empresa por acciones de la misma, pasando de ser acreedores a ser accionistas.
2. Las ampliaciones de capital con cargo a reservas o beneficios consisten en utilizar las reservas disponibles, la prima de emisión, la reserva legal (si tras el aumento de capital ésta es superior al 10% del capital social) y los beneficios no distribuidos ni asignados a reservas. Las ampliaciones realizadas de esta forma suponen para la empresa realizar una anotación contable que consiste en un traspaso de la cuenta de reservas o de beneficios a la de capital social.
3. La conversión de obligaciones en acciones implica que el obligacionista, que recibe un interés periódico, se transforma en accionista, bajo unas condiciones y plazos establecidos previamente.
En cuanto al precio que deben pagar los suscriptores por cada acción nueva, será determinado por la sociedad, siendo varias las posibilidades:
  • A la par:  cuando los inversores abonan el importe total del precio nominal de la acción, es decir, que el precio pagado coincide con el nominal del título.
  • Por encima de la par (con prima de emisión): el precio pagado es superior al valor nominal, los inversores en este caso, abonan el valor nominal más una cantidad adicional que se añade a las reservas y que se denomina prima de emisión.
  • Bajo la par: no está permitida la emisión de acciones bajo la par.
  • Liberada (o gratuita): la ampliación se realiza con cargo a reservas, por lo que los accionistas obtienen las nuevas acciones sin necesidad de realizar aportación dineraria.
    También cabe la posibilidad de una emisión parcialmente liberada, en cuyo caso existe una aportación del accionista unida a un trasvase de reservas a capital.
El precio de emisión de un título multiplicado por el número total de acciones puestas en circulación determina los fondos obtenidos por la empresa en la operación de ampliación. No obstante, habrá que tener en cuenta los posibles gastos que la puesta en circulación suponga.

Normalmente el precio de emisión es inferior al valor de mercado al que cotizan las acciones antiguas. Es por este motivo que los inversores están interesados en adquirir acciones nuevas frente a las que ya están en circulación.

Además, al aumentar el número de acciones sin que el valor total de la empresa aumente en la misma proporción (al emitirse las acciones nuevas por debajo de su valor de mercado) hace que el valor de las acciones antiguas disminuya: efecto dilución de las acciones antiguas.

La dilución depende del precio de emisión de las acciones nuevas, siendo mayor cuanto más se aleje del precio de mercado de las acciones antiguas. Para evitar este efecto, es por lo que se suele exigir una prima de emisión, de manera que los nuevos accionistas paguen también por las reservas de la empresa, de las que también pasan a ser propietarios.

Las ampliaciones liberadas pueden serlo totalmente, en cuyo caso los accionistas no tienen que realizar ningún desembolso (el dinero se obtiene de las reservas de la compañía) o parcialmente, cuando el accionista debe realizar el desembolso de una parte de la ampliación que no se cubre con reservas de balance.
La idea de que las ampliaciones totalmente liberadas constituyen una manera de retribuir al accionista puede ser errónea, ya que aunque éste recibe un número de acciones gratuitas, el valor de la compañía no se modifica y, como es lógico, el valor total de las acciones sigue siendo el mismo, aunque haya ahora más títulos en circulación.


Ejemplo:

Una sociedad anónima tiene 1.000.000 de acciones con un valor nominal de 10 euros. Disponiendo de reservas por importe de 5.000.000 de euros.
El capital de la sociedad es: 1.000.000 x 10 = 10.000.000 de euros.
El valor teórico de una acción será igual al importe del capital más las reservas, dividido por el número de acciones:
(10.000.000 + 5.000.000)/1.000.000 = 15.000.000/1.000.000 = 15 euros.
Si la sociedad decide ampliar su capital en 2.000.000 de euros y lo hace a la par, emitiría 200.000 nuevas acciones (2.000.000/10).

El nuevo valor teórico de una acción sería el siguiente:
(10.000.000 + 5.000.000 + 2.000.000)/(1.000.000 + 200.000) = 17.000.000/1.200.000 = 14,17€.

Se produciría, por tanto, el mencionado efecto dilución. Para evitar dicho efecto sería necesario exigir a los nuevos accionistas una prima de emisión:
(10.000.000 + 5.000.000 + 2.000.000 + prima de emisión)/1.200.000 = 15 euros.

De lo anterior se desprende que la prima de emisión total debería ser de 1.000.000 de euros, lo que implica 5 euros por cada una de las nuevas acciones emitidas.

El nuevo valor teórico de la acción sería:
18.000.000/1.200.000 = 15 euros, es decir, el mismo que existía antes de la ampliación de capital.
Fuente: Matemáticas financieras, Expansión y Edufinet.



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